Deportaciones, mano de obra y el riesgo de una crisis económica silenciosa
I. INTRODUCCIÓN: UNA POLÍTICA CON SELLO DE CRUELDAD
Las deportaciones bajo la administración Trump aún no alcanzan niveles masivos, pero ya muestran una marca clara: agresividad, intimidación, crueldad institucional y una peligrosa indiferencia hacia el debido proceso legal. Se persigue a personas que trabajan, pagan impuestos y sostienen la economía con su esfuerzo silencioso. Las redadas no siempre buscan la justicia, sino el espectáculo; no persiguen criminales, sino jardineros, obreros, cocineros y cuidadores. El objetivo parece ser sembrar miedo y provocar la auto deportación.
Esta política tiene un costo oculto: el económico. Si el país continúa cerrando su frontera y expulsando a quienes más trabajan, ¿cuánto tiempo podrá resistir la economía estadounidense sin su músculo laboral inmigrante?
II. UNA REALIDAD ECONÓMICA IGNORADA
- ¿Quiénes son los deportados?
Los inmigrantes indocumentados representan el 5% de la fuerza laboral de Estados Unidos. Están concentrados en sectores donde la población nativa no quiere o no puede trabajar: agricultura, construcción, hotelería, restaurantes, limpieza, jardinería, cuidado de personas mayores y niños. Su presencia es tan cotidiana que se ha vuelto invisible, hasta que desaparecen.
- ¿Cuánto aportan?
A pesar de no tener un estatus legal, los inmigrantes indocumentados pagan impuestos y contribuyen al Estado:
– En 2023, pagaron $89,800 millones en impuestos federales, estatales y locales.
– En 2022, aportaron $25,700 millones al Seguro Social y $6,400 millones a Medicare, aunque no tienen derecho a esos beneficios.
– Su tasa impositiva promedio en 40 estados es del 10.1%, superior al 7.2% que paga el 1% más rico del país.
- La economía no está bien
Aunque el informe de abril de 2025 muestra que se añadieron 177,000 empleos y la tasa de desempleo se mantuvo en un bajo 4.2%, estos datos ocultan tensiones subyacentes en sectores clave de la economía. Las políticas migratorias restrictivas han generado incertidumbre entre los empleadores, especialmente en industrias que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante, como la agricultura, la construcción, el cuidado infantil y los servicios.
En los primeros 100 días del segundo mandato de Trump, se deportaron 142,000 personas y se detuvieron a 158,000 inmigrantes indocumentados. Estas acciones han provocado una escasez de trabajadores en sectores esenciales, lo que a su vez ha afectado la productividad y ha generado aumentos en los costos de producción.
Además, la incertidumbre generada por estas políticas ha llevado a una disminución en la creación de empleos en el sector privado, con solo 62,000 nuevos puestos en abril, una caída significativa respecto a los 147,000 del mes anterior.
En resumen, las políticas de deportación masiva están teniendo un impacto negativo en el mercado laboral estadounidense, afectando tanto la disponibilidad de mano de obra como la estabilidad económica en general.
III. EL EFECTO DOMINÓ: COSTOS Y CONSECUENCIAS
- Costos de las deportaciones masivas
El American Immigration Council estima que deportar a un millón de inmigrantes costaría aproximadamente $315,000 millones. Si esta política persistiera durante una década, el costo podría ascender a $967,900 millones.
- Impacto en el PIB
La eliminación de esta fuerza laboral reduciría el Producto Interno Bruto (PIB) entre un 2.6% y un 12%, dependiendo del escenario, según análisis económicos. Esta pérdida sería devastadora para una economía que ya enfrenta presiones inflacionarias y escasez de personal en múltiples sectores.
- Vacantes sin cubrir, inflación y cierres
Las consecuencias son previsibles: escasez de mano de obra en el campo, retrasos y sobrecostos en la construcción, cierre de restaurantes y hoteles por falta de personal. El resultado es un aumento generalizado en los precios, pérdida de competitividad y deterioro en la calidad de servicios.
IV. MIEDO COMO POLÍTICA PÚBLICA: LA AUTODEPORTACIÓN
Muchos inmigrantes, enfrentando redadas, amenazas y campañas de desinformación, deciden marcharse por cuenta propia. Se separan familias, cierran negocios, se vacían comunidades. A esto se suma el impacto psicológico: niños con ansiedad, adultos con estrés crónico, pérdida de sentido de pertenencia.
La política de Trump busca crear un clima tan hostil que el inmigrante se sienta forzado a huir. Es una forma de limpieza social, sin tribunales, sin derechos, sin nombres.
V. CONCLUSIÓN: LO QUE ESTÁ EN JUEGO NO ES SOLO UNA POLÍTICA MIGRATORIA
Estados Unidos se encuentra en una encrucijada. Puede continuar por la vía del castigo, de la exclusión, de la ceguera moral, o puede reconocer el valor económico, social y humano de su población inmigrante. El país no se sostiene solo con discursos de grandeza, sino con el trabajo callado de millones de personas que han construido su presente.
El costo de la crueldad no solo es humano: es económico, estructural y ético. Y si no se detiene a tiempo, será irreparable, como datos, consecuencias y la misma historia lo revelará.
Dr. Alfredo Cuéllar
Consultor internacional, escritor y académico, experto en Micropolítica y temas de gobierno. Primer mexicano en enseñar en la Escuela de Educación de Harvard.
Contacto: alfredocuellar@me.com
