EN SÍNTESIS
De la Universidad de Alabama
en los Estados Unidos obtuve mi
Licenciatura, Maestría y Doctorado.
Tan valiosa como fue toda esta experiencia,
convivir y aprender de la comunidad
de estudiantes internacionales
fue para mí lo más valioso.
La Importancia Histórica de las Universidades
Las universidades han sido centros de pensamiento crítico y debate, lugares donde se cuestionan las verdades establecidas y se fomenta la innovación. Han sido esenciales en la formación de líderes, científicos y pensadores que han moldeado el mundo moderno. Su independencia ha permitido que florezcan ideas revolucionarias y se desafíen los dogmas. La lista de los beneficios que las universidades ofrecen a los jóvenes alumnos, profesores, e investigadores, es enorme y muy variada.
Gobiernos Autoritarios y la Amenaza a la Verdad
Los regímenes autoritarios han buscado históricamente controlar las universidades para suprimir el disenso y consolidar su poder. La reciente escalada del gobierno del presidente Donald Trump contra Harvard es un ejemplo alarmante de esta tendencia. La administración ha congelado más de $2.2 mil millones en fondos federales, revocado la certificación para inscribir estudiantes internacionales y amenazado con eliminar el estatus de exención fiscal de la universidad.
Estudiantes: Portadores del Idealismo Juvenil
Pero, Trump y su gobierno, no debe subestimar a los estudiantes universitarios. Éstos han sido históricamente agentes de cambio, desde las protestas contra la guerra de Vietnam hasta los movimientos por los derechos civiles. Su idealismo y compromiso con la justicia los convierten en objetivos de gobiernos que temen al pensamiento libre. La represión de voces estudiantiles en Harvard refleja un intento de sofocar este espíritu transformador, y al mismo tiempo actúa como provocador.
Desenmascarando las Mentiras del Gobierno
El gobierno ha justificado sus acciones alegando preocupaciones sobre antisemitismo y discriminación en Harvard. Sin embargo, el presidente de la universidad, Alan Garber, ha calificado estas medidas como ‘perplejas’ y ha cuestionado su conexión con la lucha contra el antisemitismo. Estas acciones son más bien un intento de imponer una agenda política y controlar el discurso académico.
La Lucha como Símbolo de Resistencia
La resistencia de Harvard frente a estas presiones gubernamentales es emblemática de la defensa de la libertad académica. Al negarse a ceder ante demandas que comprometen su integridad, la universidad se erige como símbolo de resistencia contra el autoritarismo y en defensa de los valores democráticos y al mismo tiempo da una de las lecciones más importantes a sus alumnos y sus profesores.
El Dilema de No Ceder
Para las autoridades de Harvard, mantener esta postura implica enfrentar pérdidas financieras significativas y presiones políticas intensas. Sin embargo, ceder significaría comprometer los principios fundamentales de la institución. La decisión de resistir, aunque difícil, es esencial para preservar la misión educativa y la independencia académica. Es además un ejercicio intenso y sofisticado de micropolítica, negociación, y estrategia que la nación y el mundo entero observa.
Estrategias Más Allá del Ámbito Legal
Además de las acciones legales, Harvard puede:
– Aplicar principios de la Micropolítica para anticipar movimientos del adversario, fortalecer alianzas estratégicas internas y externas, y visibilizar públicamente el costo reputacional y moral del sometimiento a presiones autoritarias.
– Usar el Principio del Menor Interés para demostrar que no es Harvard quien necesita al gobierno, sino que es el gobierno el que depende del prestigio y la contribución intelectual de instituciones libres.
– Movilizar a la comunidad académica.
– Comunicar con transparencia sus razones y valores.
– Buscar financiamiento alternativo.
– Reforzar su compromiso con la diversidad y la inclusión.
– Ceder parcialmente para ganar tiempo y mitigar, en la medida de lo posible, los efectos del daño que Trump y algunos miembros de su gabinete han infligido.
El Valor de los Estudiantes Internacionales
Como menciono al principio de esta colaboración, por mi propia experiencia al estudiar, y los muchos años como profesor y administrador universitario, los estudiantes internacionales son un pilar esencial de las universidades estadounidenses y del mundo. No solo contribuyen con una matrícula más alta, sino que enriquecen los campus con diversidad cultural, lingüística e intelectual. Aportan perspectivas globales, colaboran en investigaciones y fortalecen la posición de liderazgo académico de Estados Unidos en el mundo.
La orden de Marco Rubio, secretario de Estado, de suspender las entrevistas consulares para nuevas visas estudiantiles representa un golpe directo a esta riqueza intelectual y financiera. Esta medida, bajo el pretexto de revisar publicaciones en redes sociales, es vaga en su aplicación y devastadora en sus consecuencias. Limitar el ingreso de estos estudiantes no solo empobrece el ambiente académico, sino que mina la reputación internacional de EE. UU. como tierra de oportunidades y conocimiento. El daño al prestigio, ya cuestionado abundantemente durante la administración actual, se exacerba y consolida.
La Ciencia en Retirada: El Ataque Presidencial a la Investigación Básica
Uno de los ataques más graves contra el conocimiento ha sido el recorte drástico al financiamiento científico. La administración Trump ha reducido los recursos de la National Science Foundation (NSF) a mínimos históricos. Solo en lo que va del año, la inversión en investigación básica en matemáticas, física, química y ciencia de materiales se ha desplomado en dos tercios. Estas disciplinas no solo impulsan el avance del saber, sino que han dado origen a innovaciones que han mejorado radicalmente nuestra vida diaria, como la cirugía ocular LASIK sin bisturí o los radares que transformaron los pronósticos del clima.
La embestida de Trump contra el pensamiento crítico y la autonomía académica no se limita a las aulas de Harvard. Se extiende de manera sistemática al núcleo de la ciencia pública. La NSF, pilar del financiamiento federal para la investigación básica, ha sido objeto de una reducción presupuestal sin precedentes durante su segundo mandato.
Este despojo no es accidental ni técnico: es profundamente ideológico. La ciencia, al igual que la educación superior, es vista por la Casa Blanca trumpista como un territorio hostil, un bastión liberal que debe ser debilitado. La agresión no se manifiesta en ataques directos, sino a través del estrangulamiento financiero, la exclusión de la agenda pública y el silenciamiento de las voces científicas en los espacios de decisión.
Estos recortes no solo afectan a Harvard, sino al futuro científico del país. Constituyen un ataque al progreso colectivo y una subordinación del interés público a una agenda ideológica.
La implicación micropolítica es clara: si Harvard representa el conocimiento organizado, la NSF representa el conocimiento en expansión, Trump entonces ha optado por poner ambos frentes en retirada, erosionando los cimientos del futuro científico del país en nombre de un populismo anti intelectual. Cada beca no otorgada es una línea de investigación cancelada. Cada experimento no financiado es una oportunidad perdida para la humanidad.
Conclusión
La batalla entre Harvard y el gobierno de Trump no es solo una disputa institucional; es un reflejo de la lucha más amplia por la libertad académica y la verdad en tiempos de creciente autoritarismo. Defender la autonomía universitaria es esencial para preservar una sociedad libre, crítica y democrática. No se debe desestimar el idealismo y la fuerza de los estudiantes ahora provocados por la actual administración.
Sobre el autor:
El Dr. Alfredo Cuéllar es creador y experto en Micropolítica, disciplina que estudia el ejercicio del poder en contextos organizacionales y educativos. Fue el primer mexicano en enseñar en la Universidad de Harvard, y ha sido profesor, conferencista y consultor internacional por más de cuatro décadas. Ha dirigido programas de liderazgo en América Latina, Estados Unidos y Europa, y es autor de múltiples artículos sobre política, educación y cultura. Su voz es reconocida por su defensa de la autonomía universitaria, la democracia y la dignidad académica.