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México, (Notistarz/AMEXI).- La Ciudad de México, eterna y desbordante de vida, fue testigo de una noche que se instaló para siempre en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de vivirla. El Auditorio Nacional, ese coloso de sueños y ecos inmortales, abrió sus puertas para recibir a Bobby Pulido, en una cita que desde antes de comenzar ya olía a historia.
El recinto estaba lleno hasta el último asiento. La atmósfera, electrizada. Luces rosas acariciaban cada rincón del escenario, donde aguardaban en silencio los cómplices de la velada: un traje de lentejuelas negro y rojo para la banda, un acordeón expectante, guitarras que parecían contener la respiración, batería, piano y timbal listos para encender el corazón.
Él, sencillo y elegante, vestía pantalón negro, botas y una playera blanca con puntos. “¿De dónde tenemos gente? De CDMX… hablo de la gente que es de fuera: gente de Querétaro, de Hidalgo, Zacatecas, Morelos, Tamaulipas, San Luis Potosí…”, exclamó con orgullo, reconociendo a cada estado que había viajado para estar presente.
Además, criticó el sistema de ley familiar patriarcal: “la verdad que en este momento no creo tener la energía para elegir ese camino. Mientras yo pueda sostener a mi hija, lo voy a hacer”.
“Para mí es normal estar ahorrando para comprar mi casa. Yo trabajo hace un montón, pero a veces más, a veces menos, a veces me va mejor, a veces invierto más de lo que tengo, y bueno, son cosas que siento que está buena hablarlas porque también es nuestra realidad. Los artistas somos como ustedes, que también alguno de ustedes es capaz y ahorra para su casa económicamente”, afirmó.
Entre las sorpresas, invitó a un joven talento: “Cante con el en Bobby and Friends… es muy joven: Kevin Aguilar”.
Kevin, emocionado, irrumpió en escena: “¿Cómo está Auditorio Nacional?”, mientras Bobby Pulido le dijo: “Tú eres el futuro”, y él, agradecido, respondió: “Un aplauso a Bobby Pulido, muchas gracias por la oportunidad”, antes de ceder nuevamente el centro de la noche.
El cantante también compartió memorias íntimas: “La primera vez que pisé este escenario fue en los Furia Musical, de la mano de Blanca Martínez, La Chicuela”.
Ella estaba entre el público y recibió un agradecimiento especial. No faltaron menciones a figuras del medio: “A un periodista muy reconocido por ser un cabrón, pero siempre ha sido muy justo: Gustavo Adolfo Infante, mis respetos, aunque hables mal de mí”.












